¡Poesias Genalguacil!
Que tan creido eres
En los charcos pequeños se creen peces gigantes,
presumiendo grandezas que solo son arrogantes.
La gente que se cree algo,
sin serlo verdaderamente,
son como ilusiones fugaces que engañan a la mente.
Se hinchan como globos, inflados de vanidad,
creyendo que su sombra cubre toda la realidad.
Pero su grandeza es efímera, un mero espejismo,
en el charco estrecho donde habitan, sin abismo.
Son como los astros fugaces que iluminan la noche,
brillando intensamente pero sin luz y con derroche.
Su brillo se desvanece cuando el sol aparece,
y su fachada se desmorona cuando amanece .
Es triste ver a esos peces nadando en su engaño,
cegados por su egocentrismo y su falso manto.
No saben que en los océanos hay peces de verdad,
que nadan con humildad y belleza en su andar.
Mientras tanto, ellos siguen en su charco ,
convencidos de que son reyes, cuando son tan limitados.
Pero la vida es un río caudaloso, vasto y profundo,
donde los verdaderos peces se encuentran en su mundo.
Así que no te dejes engañar por su espejismo,
no te dejes impresionar por su falso cinismo.
Los verdaderos tesoros están en lo auténtico y real,
en aquellos que nadan libres y sin egoísmo vital.
Deja que los peces pequeños se creen grandes,
mientras tú exploras horizontes más interesantes.
Sé como el océano, vasto y lleno de sabiduría,
y deja que en su charco, el tiempo los envíe a la osadía.

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